Bienvenidos

Antes de empezar a dar rienda suelta a la imaginación a través de las palabras, me gustaría daros la bienvenida y las gracias a todos los que habéis decidido asomaros a mi mundo por esta pequeña ventana. Y también, por que lo primero es lo primero, explicaros porqué he decidido crear un blog.

Desde que vine al mundo, en plena vendimia, he querido ser lo que soy y vivo cada día con verdadera ilusión. Por eso, como a todo aquel que ama lo que hace, me encanta compartir mi experiencias, mis descubrimientos y, por qué no, mis inquietudes. Mi trabajo me apasiona y tengo la gran suerte de trabajar en algo que hace feliz a los demás, que gusta, que permite soñar, descubrir nuevas sensaciones, crear la magia entre dos personas, disfrutar de una buena comida, y también, de un momento de soledad, acompañar un reencuentro entre amigos, recordar, coleccionar o sorprender: el vino.

El día a día de un enólogo no deja mucho tiempo para la disertación. Siempre viajando entre Rueda y Ribera, entre lías y barricas, estudiando la viña, cada palmo y cada uva, los mostos, sus aromas, su evolución. Cada vino que nace es como un hijo para mí, con todo lo que eso conlleva. Tienes que educarle, alimentarle bien y, sobretodo, darle mucho cariño para que un día pueda seguir con éxito su camino. Un ser vivo que da trabajo, pero también alegrías.

Sin embargo, quiero desde ahora dedicar ese breve momento del días que es sólo mío, cuando mi familia ya ha cenado y reina el silencio en casa, a este nuevo proyecto.

Este blog pretende ser un cuaderno de vida pero también una guía para todo el mundo: para los amantes de la enología y para los que queráis empezar a sumergiros en su magia; para quedar de cine con un buen regalo, en la cena de navidad o en el restaurante o, simplemente, para los que buscáis el disfrute con una copa de vino en la mano, con una cena especial, un viaje o una exposición de arte. Es un homenaje al carpe diem y eso pequeños placeres que os invito compartáis conmigo y con todos en este foro abierto y participativo.

De nuevo, bienvenidos y ¡salud!

 

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