PICNIC GOURMET

Almuerzo al aire libre en Madrid

Aunque parecía imposible, ¡por fin he conseguido las entradas para el musical de El Rey León! Así que este fin de semana mi familia y yo nos vamos a hacer una escapadita a Madrid y, como hace tan bueno, he pensado en aprovechar el domingo para hacer un picnic en El Retiro. ¿Queréis conocer mi lista de la compra?

Para empezar nos pasaremos por el Mercado de San Miguel, donde siempre de todo rico rico para llevar. Y lo último de lo último son las Tortillas de Senén, la única tortilla de patatas congelada que tiene el mismo sabor que una recién hecha. La probé en Madrid Fusión y es increíble, queda jugosísima sólo con descongelarla y darle un ligero golpe de calor en la sartén, vuelta y vuelta. Bueno, mirad el vídeo que no tiene desperdicio.

Y para acompañar, nos pasaremos por la charcutería del Mercado a por una bandejita de jamón ibérico de bellota Carrasco-Guijuelo cortado a mano y unas butifarras embutidas de Mas Gourmet. Las hay de muchísimos sabores.

De camino al parque pasaremos por Harina, la mejor panadería de Madrid que está al ladito de una de las entradas de El Retiro (en la Plaza de la Independencia, la de la puerta de Alcalá). Los panes están de vicio y los hacen con masa madre. Una idea para guardar los bocadillos y que no se revenga el pan son las fundas de silicona de Lekué, que se pueden reutilizar y son muy fáciles de limpiar.

Para beber con estas temperaturas apetece algo fresquito y saludable. En el Gourmet Experience de El Corte Inglés he descubierto unos zumos naturales envasados sin azúcares Gloji, con un diseño muy divertido y cómodo. Los hay de un montón de sabores exóticos como granada o lichis. Para mí y mi marido también llevaré una botella de mi Aura Verdejo, un blanco muy fresco y apetecible para degustarlo al aire libre.

Tomar nota y animaros a disfrutar de un día al aire libre.

¡ESTAMOS QUE NOS SALIMOS!

Estoy super contenta, ilusionada, feliz… y viviendo casi en una nube. Acaba de salir al mercado y mi Aura Verdejo 2011 ya ha conseguido su primer premio. Nada más y nada menos que la Medalla de Oro en el Concours Mondial de Bruxelles 2012. Un reconocimiento muy especial que llega de los mejores catadores del mundo, que en está edición se reunieron en Portugal y en la que compitieron 8.397 vinos y espirituosos procedentes de 52 países.

Y por si eso fuera poco, mi nueva añada de Tarsus Roble, la 2012, se ha clasificado para la final nacional de los mejores vinos de España. En el mítico concurso La Nariz de Oro, los profesionales del vino lo eligieron entre los mejores tintos con menos de nueve meses de crianza. Ahora, sólo queda esperar al 3 de junio, cuando se celebre el concurso en Madrid.

Desearme mucha suerte.

 

AURA VERDEJO 2011 YA EN EL MERCADO

 

El aura verdejo 2011 ya está en el mercado

Siempre digo que los vinos son como mis niños. Les doy vida e intento guiarlos y cuidarlos hasta que echan a andar solos por el mundo. Por eso, cada vez que sacamos al mercado una nueva añada, los nervios me invaden como a esa madre que despide a sus hijos camino de nuevas aventuras vitales. El turno en esta ocasión le ha tocado a mi Aura Verdejo, mi ojito derecho por ser el primero y por ser tan expresivo, cuya añada 2011 ya está en el mercado tras haberse agotado la anterior cosecha añada –algo que me enorgullece enormemente-.

Confieso que soy una enamorada de la uva verdejo. Creo que una de las mejores variedades de nuestro país, por su gran potencial aromático y por ese ligero amargor al final que la hace tan elegante. Y Aura lo expresa todo: el color amarillo, limpio, brillante y con matices verdosos propio de la variedad y su riqueza aromática, con buena carga de fruta madura (especialmente melocotón), fruta blanca, aromas a monte, pino y eucalipto y recuerdos anisados. Una fiesta de aromas que te hace cerrar los ojos y soñar, incluso antes de beberlo.

Sin embargo, también creo que los vinos no son solo para olerlos. Por eso siempre he buscado con Aura hacer un vino rico en sabor, con volumen, cuerpo y estructura. Aura Verdejo 2011 es un vino apto para enófilos, en el que se aprecian las sensaciones frutales y recuerdos herbáceos tan característicos de la verdejo, y con un final largo, rematado por ese sutil y elegante amargor que persiste en el paladar. Pero también es un vino fácil de beber y de entender para los que quieren disfrutar sin pensar de un momento de placer.

 

EL VINO A LA TEMPERATURA ADECUADA

Cuando invitamos a nuestros amigos o a la familia a cenar a casa, siempre nos esmeramos para que todo esté perfecto. Cocinamos nuestros platos ‘estrella’, adornamos bien la mesa y servimos un buen vino. En este último punto, no basta con elegir la etiqueta, sino que además es importantísimo que se sirva a la temperatura idónea, de lo contrario, podría arruinar la impresión final incluso del mejor vino. Ahora bien, me preguntaréis cuál es la temperatura más adecuada.

Tintos

Como norma general, el vino tinto no debe ser calentado o enfriado, sino que se debe servir a temperatura ambiental. Para conseguir esa temperatura bastará con sacar la botella de la bodega o nevera unas horas antes de servirla ya descorchada y alejada de la calefacción.

La temperatura ideal para servir un vino tinto es de 14 a 16 grados, pero deberemos atender a la edad del vino para tener en cuenta algunos detalles. Los vinos tintos y jóvenes deben descorcharse algunas horas antes de ser bebidos, pues, al contacto con el aire, adquieren madurez y suavidad. Para los vinos entre 5 y 15 años, se destapará la botella solo un par de horas antes de servirse. Si el vino es añejo, no necesita airearse tanto tiempo. Y si es un reserva excepcional de más de 30 años, debe ser decantado momentos antes de servirlo.

Vinos blancos

El vino blanco, generalmente, se sirve frío, manteniendo la botella en el frigorífico durante media hora o en un cubo de hielo y agua, en posición vertical.

La temperatura para servir será entre 6 y 12 grados y nunca por debajo de los 5 grados.

Dependiendo del tipo de vino blanco, también variará la temperatura recomendada de servicio. Los blancos secos, entre 7 y 9 grados, y los blancos con cuerpo, entre 9 y 11 grados.

Vinos rosados

El vino rosado se sirve bien frío, entre 8 y 10 grados.

Vinos generosos o dulces

Fresquitos están más ricos, como entre los 7 y 8 grados.