BRINDAMOS CON UN RIBERA

Quiénes nos dedicamos al mundo del vino vivimos con la vista puesta en el cielo. Somos conscientes de que los caprichos del clima pueden hacer que la cosecha de un año sea estupenda o llevarlo todo al traste. Aunque sabíamos que la de 2011 había sido muy buena, el Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero, nos lo reafirma otorgándole la calificación de “excelente”.

Los calores primaverales con temperaturas más propias del verano adelantaron el ciclo de maduración de las viñas, que se desarrollaron con mayor celeridad debido al buen estado del terreno por las lluvias del invierno. Aunque, al final de la estación se volvió a las temperaturas habituales en esa época del año, propiciando que el ciclo fenológico recuperara su tónica habitual para coincidir el momento del envero en torno a las fechas habituales (9 de agosto).

Durante la maduración de las uvas las altas temperaturas también nos obligaron a reaccionar, teniendo que adelantar la vendimia. Y como todo, tuvo sus ventajas y sus inconvenientes. Se pudo llevar a cabo con mayor tranquilidad debido al buen tiempo (nada de lluvias ni heladas), pero fue más larga que en los últimos años.

A pesar de todo este condicionamiento climatológico, la cosecha de uva del 2011 en la Ribera del Duero ha tenido una “excepcional sanidad y una elevada calidad”, con un grado alcohólico “moderado”, una acidez “equilibrada”, un altísimo cúmulo de color y, sobre todo, “gran profusión fenólica”.

El resultado de la cosecha de 2011 son vinos que se caracterizan por “un grado alcohólico levemente superior a lo habitual, aunque bien equilibrado gracias a la acidez natural”. Características que apuntan a que en Bodegas Tarsus tendremos grandes vinos de esta añada. Espero que los disfrutéis.

 

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